Por Ernesto Salazar / RIVIERA NAYARIT.- En Riviera Nayarit se vive con intensidad la cultura, tanto que la Judea en Vivo, una representación que se realiza cada año en Jueves Santo de la Pasión y Muerte de Cristo, encuentra en este destino dos puntos especialmente reconocidos por esta tradición.
Jala se prepara para recibir a miles de espectadores que el Jueves Santo acudirán para presenciar este espectáculo, donde el pueblo entero se vuelca para interpretar lo mismo pastores que soldados romanos, vírgenes y santos, con un particular colorido y el sabor que sólo puede imprimir el amor por una festividad.
Los aromas de tamales, pipián, sopa de pan, capirotada, pozole, tostadas raspadas y otras delicias de la gastronomía regional rodean a la celebración. Las calles de Jala ofrecen esos sabores para acompañar la procesión.
La Judea en Vivo de Jala no es sólo una de las más bonitas en el país, sino también una de las más antiguas. Se desarrolla durante los días Santos. El Jueves Santo comienza la con la primera escena del teatro al aire libre, conocida como “El Concilio”, a las afueras de templo principal. Posteriormente se representan otros episodios de los últimos días de Jesús como la Última Cena, el Lavatorio de los Pies, la Maldición del Judío Errante, el Encuentro con María, la Oración del Huerto, laTentación del Diablo, la Aprehensión de Jesús y Jesús ante Anás.
El Viernes Santo, desde las 8:00 de la mañana un buen número de los intérpretes de los judíos persiguen a los niños en la plaza pública y por las principales calles del pueblo. A mediodía se lleva a cabo la procesión del preso cautivo. A partir de las 4:00 de la tarde inicia el teatro al aire libre con el concilio con Caifás, el concilio con Herodes, el concilio con Pilatos, la sentencia de Jesús, las tres caídas, la crucifixión; culminando a las nueve de la noche con la procesión del santo entierro.
Judea Coral
La Judea Cora que se celebra en la región de Jesús María del Nayar en Sierra del Nayar es, por el contrario, una de las tradiciones menos conocidas de Semana Santa en México; pero también una de las más impresionantes por su originalidad y la forma en que esta etnia ha logrado el sincretismo de una fiesta traída al país por los españoles y sus propias manifestaciones culturales.
En sus rituales colectivos, que han permitido una reafirmación de la identidad de ese pueblo indígena, la escenificación de la muerte de Jesús ha adaptado a su propia cosmovisión y práctica ritual la evangelización jesuita y el dominio español.
Durante la celebración, muy difícil de documentar porque los Coras no quieren testigos y sobre todo fotógrafos, los judíos persiguen Cristo Niño o Cristo Sol y el Viernes Santo logran capturarlo y simbólicamente, lo matan. En un crescendo de la violencia que para los antropólogos es el corazón de la Judea centenares de borrados, hombres pintados en negro, rojo, y blanco, batallan entre ellos con espadas de madera.