Por Norma A. Hernández / Puerto Vallarta, Jalisco.- En una velada llena de sofisticación y creatividad culinaria, el restaurante Gaviotas del prestigioso hotel Sheraton Buganvilias Puerto Vallarta se convirtió en el epicentro de una experiencia gastronómica diferente: «Cocina Contemporánea de Dos Mundos», una travesía culinaria que combinó a la perfección los sabores y tradiciones de México y España, dejando una huella en los paladares y los corazones de quienes tuvieron la fortuna de asistir.
Desde el primer momento el restaurante se iluminó con la promesa de una velada excepcional, promesa que se cumplió con creces, de acuerdo con los testimonios de los comensales.
El chef ejecutivo del hotel Sheraton Buganvilias, Antonio Reyna, nos guió a través de este viaje culinario único al presentar a los chefs protagonistas de la noche: Johanam Rojas, chef del restaurante Gaviotas; Julieth Hernández, chef pastelera, e Isau Zepeda, chef ejecutivo del hotel Grand Palladium Punta de Mita, cuya destreza y pasión se manifestó en seis platillos espectaculares.
Para elevar aún más la experiencia, el sumiller Pablo Díaz Rodríguez, un experto en maridajes y vinos, se unió a esta sinfonía culinaria. Sus selecciones de vinos cuidadosamente elegidos acentuaron y complementaron los sabores de cada plato, sumando capas adicionales de disfrute a cada bocado y dando como resultado una perfecta armonía de sabores y aromas.
COCINA DE DOS MUNDOS
Para esta cena-maridaje cada uno de los chefs, expertos en su campo, seleccionaron cuidadosamente su platillo insignia. Cada creación fue un testimonio de su visión culinaria, fusionando ingredientes emblemáticos de México y España. Desde la sencillez de un taquito de esquites hasta la audacia de un Magrette de pato con mole «de luto», cada platillo contaba una historia única y deliciosa.
Pero la experiencia no se limitaba solo al paladar. Los chefs compartieron sus inspiraciones y procesos creativos, sumergiendo a los comensales en el contexto y las emociones detrás de cada bocado. De esta manera, la cena fue una oportunidad inigualable para conocer la mente detrás de la magia, una experiencia que transformó una simple cena en un encuentro íntimo y enriquecedor.
EL MENÚ
La chef Julieth Hernández presentó como “amouse bouche” un Taquito de esquites azafranados. Una tortilla de queso añejo doblada en forma de taco y rellena de esquites cremosos aromatizados con azafrán. Se maridó con un espumoso Vivante Brut, de Querétaro.
La primera entrada fue presentada por el chef Johanam Rojas, originario de Oaxaca, por lo que en cada propuesta destacó la riqueza gastronómica de su tierra. Johanam ofreció una ensalada de Quelites verdes, hongos crujientes y vegetales en conserva, reducción de piloncillo y recado negro al mezcal. Se acompañó de un Freixenet Sauvignon Blanc, Tierra de Cataluña, España.
Continuó el chef vallartense Isau Zepeda, con un Callo de hacha ahumado, bañado con una crema suave de merluza al azafrán, especias pochadas con gengibre sobre ensalada de amaranto tostado, pepita, coco, granada y castacan de cerdo con una reducción de clorofila de albahaca. Un Roganto Sauvignon Blanc-Chardonnay del Valle de Guadalupe, Baja California fue el perfecto acompañamiento.
El primer plato fuerte, a cargo del chef Johanam Rojas, fue un Magrette de pato con mole de luto (tradicional de Oaxaca), puré de coliflor, habanero y tomate verde, acompañado de un taquito de tortilla y miel, supremas de ciruela española y espárragos blanqueados. Se maridó con un Canals & Nubiola rosado de Cataluña, España.
El segundo plato fuerte fue un Rack de cordero en reducción de vino tinto “Sangre de Toro”, con budín tatemado de queso de cabra y romero fresco estilo Viña de San Sebastián, mermelada de berenjena, durazno de jamón serrano y vegetales del campo. Fue presentado por el chef Isaú Zepeda y se maridó con Cabernet Sauvignon, Syrah y Tempranillo “Tres Raíces” de Dolores Hidalgo, Guanajuato.
El cierre fue realmente espectacular, con todo el toque femenino, a cargo de la chef Julieth Hernández, que presentó su versión de un tradicional postre español: Buñuelo helado de torrija con texturas de mamey y pixtle (hueso del mamey). El acompañamiento para este singular postre fue un Mistella “Tres Raíces” de Dolores Hidalgo, Guanajuato.
Al final, los chefs y todo el equipo de Gaviotas recibieron una merecida ovación de parte de los comensales. Una vez más, la gastronomía demostró su capacidad de unir mundos y crear memorias que perdurarán por siempre.
RESTAURANTE GAVIOTAS
El restaurante Gaviotas, reconocido por su excelencia culinaria y su compromiso con la calidad, demostró una vez más por qué es una joya gastronómica en la región. La distinción Cuatro Diamantes otorgada por la American Automobile Association es un tributo a su dedicación para proporcionar experiencias culinarias excepcionales que trascienden las expectativas.
