Por Norma A. Hernández / PUERTO VALLARTA, JALISCO.- En un ambiente íntimo, para solo 30 personas, se celebró la cata «Descubriendo sutilezas» con los vinos de Hacienda Guadalupe y exquisitos bocadillos del restaurante A Mar y Sierra, bajo la dirección de la chef Fabiola Meraz.
Este evento tuvo lugar en el marco del Vinona Fest 2024 y fue dirigida por los sommeliers Gaby Melchum y Daniel Sánchez, creadores de la vinícola Hacienda Guadalupe en Ensenada, Baja California, un complejo que se compone de una vinícola, un hotel y un restaurante, ofreciendo a los visitantes una experiencia inmersiva en el mundo del vino. También estuvo presente el reconocido sommelier Ricardo Espíndola Ruiz, fundador y director general de la Escuela Mexicana de Sommeliers.
La chef Fabiola Meraz, reconocida por su creatividad culinaria, dio la bienvenida a los comensales y compartió su entusiasmo por este evento, el primero de muchos que habrán de venir, dijo.
“Es un honor para nosotros ser parte de esta experiencia. Este es el primer evento que organizamos, de este tipo, y esperemos que sea el primero de muchos. Queremos que nuestro restaurante sea un lugar especial, donde convivan los buenos sabores y el buen vino”.
Fabiola Meraz, chef y co-propietaria de A Mar y Sierra Corazón de Puerto.
Sinergia entre la gastronomía y el vino
A diferencia de las típicas cenas-maridaje, en las que la comida a menudo eclipsa los vinos, en esta cata los vinos fueron los verdaderos protagonistas, cada uno cuidadosamente seleccionado para realzar los sabores de los bocadillos preparados por el equipo de A Mar y Sierra.
La carta de vinos fue una muestra impresionante de la diversidad y la calidad de la oferta vinícola de Hacienda Guadalupe, y su elección se basó no solo en sus cualidades individuales, sino también en cómo complementarían y elevarían los sabores de los platos preparados para la ocasión.
Gigi, un sauvignon blanc de acidez media y ligeramente untuoso, se destacó con su frescura y versatilidad. Perfecto para maridar con ceviches, quesos cremosos, pasta con salsas blancas y pescado, se presentó acompañado de un Tiradito de dorado curado con emulsión de mango y serrano, realzando sus notas frutales y herbáceas.
El Caporal, una mezcla de tintos (50% nebbiolo, 25% Tempranillo, 25% Merlot), dando como resultado un vino de taninos suaves, acidez equlibrada y retrogusto largo, se fusionó magistralmente con un Taco de pork belly y mejillón al pastor, creando una explosión de sabores que deleitó a los presentes.
El Tempranillo, con su cuerpo medio y taninos suaves, fue el compañero ideal para un Tamal huasteco de rabo de toro, resaltando los sabores terrosos y especiados de este plato tradicional mexicano.
El Nebbiolo, con su elegancia y estructura y su gusto a caramelo tostado, se destacó maravillosamente con un Bocol relleno de filete, salsa negra y cremoso de cuitlacoche, demostrando su versatilidad y capacidad para complementar platos de sabores intensos.
Por último, el Gaby Rosé, un vino dulce y afrutado, se disfrutó con un postre exquisito compuesto por Mousse de rosas, yogurt, malvavisco de azahar y frutos rojos, creando un final perfecto para esta experiencia sensorial.
En cada sorbo y cada bocado, los asistentes pudieron apreciar la armonía perfecta entre la gastronomía y los vinos de Hacienda Guadalupe, una combinación que resalta la riqueza cultural y culinaria de México y celebra la pasión por la buena mesa y el buen vino.
Sin duda, esta cata ha dejado una impresión duradera en todos los que tuvieron el privilegio de participar en ella, inspirando una apreciación más profunda por el arte de maridar vinos y alimentos en el lugar perfecto: A Mar y Sierra by Fabiola Meraz.
GALERÍA DE FOTOS / Por Rodolfo Preciado