Por Silvia Rodríguez / PUERTO VALLARTA.- Al entrar a lo que será el nuevo hotel Grand Fiesta Americana todo huele a nuevo, los aromas de la madera, del piso, de las estructuras talladas y pulidas que decoran las columnas del lobby principal; dos de los elevadores muestran las puertas abiertas. Todo está listo para la gran apertura.
En la recta final están los trabajos de remodelación del que será nuevo hotel Gran Fiesta Americana, ubicado sobre la carretera a Mismaloya o también conocida como carretera a Costa Alegre. En la etapa de acabados y equipamiento, a diferencia de hace algunas semanas, ahora sólo unos cuantos trabajadores se han quedado al interior de las instalaciones y aún en los días domingo, el trabajo es intenso.
Más de un año llevan los trabajos de remodelación total del edificio donde operaron antaño otras marcas hoteleras y ahora se han aplicado 20 millones de dólares para la puesta en marcha de esta nueva marca Gran Fiesta Americana, que a diferencia del otro hotel ubicado en la avenida Francisco Medina Ascencio de Puerto Vallarta, tendrá el ‘plus’ de estar destinado para gente importante “VIP”.
Justo enfrente del hotel, del otro lado de la carretera se encuentra lo que será el centro de convenciones, con enormes cristales y todo ya terminado, no así en el interior del hotel donde se esmeran por dar los últimos toques y donde prometen dejar todo listo en los próximos 15 días, para que sea instalado el mobiliario.
Al entrar al lobby y caminar al fondo, el huésped se topará con barandales de cristales, y tendrá ante si una formidable vista panorámica al mar y abajo; abajo dos enormes albercas y una de ellas, con una estructura de herrería que promete ser retocada en pintura, y con una malla, casi, casi como un ‘paraguas’.
Mientras algunos trabajadores se ocupan de checar las instalaciones eléctricas, sanitarias y con especial interés en los aspectos de decoración, para los cuales, un trabajador ha transformado la fachada principal en su taller para terminar de cortar, pulir e instalar las piezas que adornan las columnas, otros dos se dedican a dar terminación en las partes que se lleva madera.
La propiedad consta de varias torres que por su altura pueden admirarse desde cualquier punto de la bahía. La proximidad con el mar lo asemeja a una enorme montaña de concreto que se atenúa la impresión con la vegetación del lugar, por cierto, en todas las áreas externas ya fueron colocados los jardines y tan sólo dos mujeres siguen para reponer aquellas plantas o arbustos que no han “prendido o echado raíces”.
Para llegar a este nuevo hotel desde el Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta se hace un recorrido de escasamente 40 minutos y los visitantes pueden disfrutar de una fantástica panorámica donde se encuentran el mar y la montaña con su exuberante vegetación, y una playa totalmente privada.