Bahía Magazine Destinos / NUEVA YORK, EU.- Este domingo tuvo lugar la última función del musical «El Fantasma de la Ópera» de Andrew Lloyd Webber, que bajó su telón después de 35 años siendo el espectáculo de mayor duración en la historia de Broadway.
El musical cuenta la historia de un genio desfigurado llamado Erick, que merodea por el escenario de la Ópera de París como un fantasma y siembra el terror entre sus visitantes. El fantasma se enamora de la joven soprano Christine Daaé que a su vez está enamorada de un apuesto conde.
El fantasma se consagra a hacer de ella una nueva estrella de la ópera, educando los extraordinarios talentos de la joven y usando todos los recursos a su disposición.
Desde que se estrenó en la neoyorquina avenida de los teatros en enero de 1988, han visto la obra más de 20 millones de personas en casi 14 mil funciones, lo que se traduce en una recaudación de más de mil 300 millones de dólares.
La obra, ganadora de siete premios Tony Awards® en 1998, incluido el premio al Mejor musical, está basado en la novela de Gaston Leroux.
La leyenda continúa
Como contraposición y para alegría de la legión de seguidores de la obra, del otro lado del Atlántico la versión londinense continúa en cartel: es el musical más longevo del West End, el famoso enclave británico de las grandes producciones teatrales.
En términos globales, hay otras versiones que se están presentando en Japón, China, Corea, Grecia, Italia, República Checa y Suecia, mientras que se prepara la versión madrileña supervisada por Antonio Banderas, socio de Andrew Lloyd Weber.
Pero en Nueva York, cuando la marquesina del Majestic se oscurezca y El fantasma de la ópera pase a ser un recuerdo, la cultura de la ciudad perderá a uno de sus íconos culturales.