Por Norma A. Hernández / BAHÍA DE BANDERAS, NAYARIT.- Con la misma pasión con la que habla de un buen mezcal o de unos frijolitos cocidos por su madre, el chef José Carlos Delgado Martínez celebró 25 años de trayectoria profesional como cocinero, docente y promotor de la gastronomía mexicana. La Universidad Tecnológica de Bahía de Banderas fue el escenario del homenaje, donde se reunió con egresados, colegas y jóvenes estudiantes para compartir su historia y reconocer el talento local.
Para el chef, 25 años entre fogones no son un punto de llegada, sino una estación más en un viaje que, según confiesa, aún tiene mucho camino por recorrer. “Llego a estos 25 años y me doy cuenta de que me falta mucho por aprender», afirma con una sonrisa que refleja humildad y entusiasmo.

Habla con brillo en los ojos, como quien aún se asombra ante un platillo bien hecho. “Me gusta toda la cocina… la panadería, la asiática, la italiana… pero lo que más me gusta es la cocina mexicana, la cocina de mi mamá. A pesar de todo lo que yo pueda hacer, me encanta llegar a su casa y comer salsa con frijolitos cocidos”.
Entre sus recuerdos más queridos, menciona platillos tradicionales de su tierra natal, Guerrero: el bofe, la cecina, el pozole, los tamales… y en especial, una receta familiar que ha trascendido generaciones: los tamales nejos, preparados con maíz nixtamalizado con ceniza. “Parece que el grano está hirviendo con cemento, pero lo enjuagamos y le da un sabor muy peculiar”, explica. Esta tradición, orgullosamente, fue documentada en un libro de investigación editado por la Universidad Tecnológica de Bahía de Banderas.
Vínculo con la Universidad Tecnológica de Bahía de Banderas
Aunque su paso como docente formal en la institución fue breve —“Di clases en 2012 nada más”—, el chef asegura que nunca se ha alejado del todo. “Desde entonces he venido de invitado, de juez, a cenar… nunca me he ido. Me siento muy apapachado, siempre es un gusto regresar aquí”.
Ese vínculo se ha reforzado al ver el éxito de muchos egresados: “Algunos fueron mis alumnos y otros no, pero son chicos muy talentosos. La universidad les dio las herramientas y ellos están triunfando en el mundo”.
La ocasión de este homenaje le permitió reunir a figuras destacadas de la gastronomía regional en un conversatorio, durante la ceremonia de inauguración de la Semana de Proyectos Finales de Gastronomía UTBB 2025. “Hoy quise traer a personajes de aquí, de la bahía, para que los chicos conozcan a personas que han crecido y triunfado en su propio lugar de origen”, señaló.

Formación y proyección de talentos
Delgado es un firme defensor de la calidad educativa de la universidad. “Quizás no me canso de divulgar lo valioso que es la universidad en la región, sobre todo el perfil profesional con el que salen los jóvenes”, afirma. Desde 2014 ha trabajado con egresados en diferentes proyectos y reconoce en ellos un sello distintivo: “Se nota el profesionalismo, las ganas, el talento… y, sobre todo, la experiencia con la que egresan”.
En un destino turístico como Bahía de Banderas, la experiencia es un requisito clave. “Siempre que un restaurante u hotel publica una vacante, piden experiencia… y aquí los chicos ya salen con experiencia real, porque en la recta final de su carrera se van a estadías, no solo en México sino en otras partes del mundo”.
El chef también destaca el papel del Hotel Escuela Gran Nayar como una herramienta única para la formación de estudiantes. “Es un modelo muy bueno y único en México, creo que incluso en Latinoamérica. Si de por sí ya tenían herramientas, ahora con el Hotel Escuela tienen más”.

Un chef inquieto y multifacético
En lo personal, José Carlos Delgado lleva más de 15 años desarrollando un exitoso trabajo en catering en destinos como Punta de Mita, Nuevo Vallarta, Puerto Vallarta y La Mandarina. “Puedo dar hoy una cena en cualquiera de esos lugares”, comenta con naturalidad.
Su inquietud lo ha llevado a diversificar sus proyectos. Desde 2019 se ha convertido en un promotor entusiasta del mezcal y otros destilados mexicanos. “Estoy por sacar mi línea de mezcal, hecho en Guerrero, de donde yo soy. También investigo y escribo sobre raicillas y otros destilados”, cuenta.
Como si fuera poco, el año pasado lanzó su propia línea de zapatos para chefs, un producto pensado para unir diseño y funcionalidad en las cocinas profesionales. “No estoy conforme con lo que tengo, siempre busco más, aprender más… y sigo aprendiendo”.
Al final de la conversación, su mirada se ilumina al hablar del futuro. “Los 25 años que llevo cocinando los siento como que todavía no son suficientes. Quiero seguir. Espero que Dios me siga dando vida para seguir aprendiendo”, concluye emocionado, antes de agradecer a todos los que lo acompañaron en este día tan especial.