Por Norma A. Hernández/RIVIERA NAYARIT.- “Ir al mercado” los domingos ha tomado una nueva perspectiva desde que nació el Mercado Huanacaxtle, hace ya más de tres años, y que domingo a domingo ofrece una gran variedad de productos artesanales de la región.
Instalado en la Marina Riviera Nayarit, a un costado del Mercado del Mar, el también conocido como “Tianguis de La Cruz”, se convierte en una oportunidad de pasar un buen rato, a partir de las 10 de la mañana y hasta las 2:00 de la tarde, recorriendo la gran variedad de puestos -160 en total- que expenden productos hechos a mano de muy diversos tipos.
Hay desde frutas y verduras orgánicas cultivadas amorosamente en huertos familiares de San Juan de Abajo, San José e incluso en La Cruz, hasta una gran variedad de quesos y embutidos, mermeladas de frutas, de chile, salsas y aderezos nacionales y extranjeros, panquecitos, granola, empanadas, yogurt, etcétera.
También se vende ropa para todos los gustos, de estilo romántico y bohemio, camisetas con estampados de diseños exclusivos, bandas para el cabello, ropa típica de la región hecha de manta y con bordados, joyería, huaraches, chanclas, cremas, aceites. Hay arte por doquier, pinturas, esculturas, arte Huichol… en fin, lo inimaginable lo encuentra aquí, todo artesanal y único, con el toque y el amor que cada pequeño productor le imprime a su negocio.
Mención aparte merece el área de comida, ubicada en la parte más alta del espigón, entre la Marina y el Mercado del Mar, con una vista inmejorable a la bahía de Banderas. Los asistentes pueden saborear desde las clásicas quesadillas estilo “chilango”, hasta cocina italiana y argentina, hamburguesas, pizzas, brochetas, tamales, y una gran variedad de panes hechos en casa como baguettes, ciabatta, birote, etcétera. También hay paella, salchichas para hacer “choripan”, jugos y pizza.
La historia
La historia del Mercado Huanacaxtle de productos artesanales inicia el 21 de noviembre de 2010, como una inquietud de un grupo de vecinos de La Cruz de Huanacaxtle; sus fundadoras son Pía Aubert y Mayra Franco, a quienes más tarde se les uniría Alicia Aldrete y Jason Foster, y que son los que actualmente coordinan todas las actividades del mismo, porque no se trata sólo del mercado, sino que cada domingo también hay talleres para niños, clases de yoga y grupos musicales que amenizan el día.
“Actualmente, ya son 160 los integrantes del tianguis, y por el momento no hay permisos para instalar más, porque no queremos que crezca demasiado; queremos quedarnos con ese número, para que se siga manteniendo todo en orden”, dijo Pía Aubert, una de las fundadoras.
Al respecto, es clara al señalar que uno de los principales requisitos para poder ingresar a este mercado es que el producto que se vaya a vender sea totalmente artesanal y que cumpla con los estándares de calidad, pues son productos que se ofrecen –en primera instancia- a las turistas que llegan por barco a la Marina.
“Es una manera de dar a conocer lo que producimos en México, en la región, pues en lugar de que los visitantes vayan hasta los grandes centros comerciales a hacer sus compras, les traemos aquí todo lo necesario. Con esto ganan los productores locales y los visitantes también porque se llevan productos de gran calidad. La Cruz de Huanacaxtle también gana, porque desde que está el mercado más gente menciona al pueblo”, concluyó.
Al caer la tarde, luego de recorrer de punta a punta el tianguis, los visitantes pueden sentarse bajo los árboles a escuchar música, o bien nadar en la playa de suave oleaje que se haya casi al final de la Marina; para muchos, el domingo de tianguis concluye en el Mercado del Mar, donde se aprovisionan de todo lo necesario para una buena mariscada.
En fin, el Mercado Huanacaxtle, que rescata la antigua tradición prehispánica comercial, es una excelente opción para pasar el domingo, comprar, comer, y disfrutar del maravilloso paisaje que nos brinda la bahía de Banderas.
Para saber
El Mercado Huanacaxtle se instala todos los domingos por temporadas –de noviembre a abril- de 10 de la mañana a 2:00 de la tarde. Hay música en vivo y sorpresas para los pequeños, el ambiente es de fiesta y nunca faltan las novedades.